“En el mismo verano, Brásidas, llevando también consigo tropas de los calcideos, marcho contra Acanto, colonia de Andros, poco antes de la vendimia”. (Tucídides. Historia de la guerra del Peloponeso.  Libro IV, 84,1)

Acceso

Desde Stavros se coge la carretera de la costa que nos lleva a Ierisós. Saliendo de la ciudad, frente a la playa, se encuentra el yacimiento.

Historia

La antigua Acanto fue la ciudad – puerto puntera de la Calcídica oriental y una de las más importantes de Macedonia. Ocupa una posición privilegiada entre dos costas, al lado de Ierisós y del eje viario hacia Ouranoupolis – Agios Oros. 

Fue fundada por los andrios, según Tucídides, y por los andrios y los calcideos, según Plutarco, en torno al 654 a.C. en el lugar de un asentamiento prehistórico. Su fundación está ligada a la de otras tres colonias de la región: Sani (Nea Roda), Estagira y Argilos. La ciudad es conocida por la libre circulación de su moneda durante la antigüedad. Su principal fuente de riqueza fue la agricultura. Era famosa por su vino y por su sal. Además, decían, que las chicharras en esta ciudad eran mudas.  

Se desarrolló rápidamente como ciudad estado con contactos con importantes ciudades del sur de Grecia, como Atenas y Corinto, y con islas como Chíos y Samos.  

Históricamente, Acanto hace su aparición durante las Guerras médicas, en las que estaba del lado de los persas, primeramente, en 490 a.C. al lado de Mardonio, y después, en el 480 a.C., al lado de Jerjes, al que ayudó en la construcción del canal en la península de Aktí. Más tarde participó en la Liga de Delos y ayudó a los atenienses en la guerra del Peloponeso.

En el 424 a.C. pasó a manos del general espartano Brásidas y permaneció como aliada de los lacedemonios hasta el final de la guerra del Peloponeso.

 Acanto a principios del siglo IV a.C., junto con Apolonía, se posicionó frente a la Liga Olintiaca de las ciudades calcídicas. El 382 a.C. los espartanos pusieron en marcha una campaña contra Olinto, apoyados por Acanto. Después disfrutó de un periodo de autonomía bajo la hegemonía espartana.

En 348 a.C. se integra en la hegemonía macedónica y a finales del siglo IV a.C. Alejandro Magno la conecta administrativamente con Sani y Ouranópolis.  

La ciudad fue saqueada por los romanos en torno al 200 a.C. pero, sin embargo, su puerto continuó funcionando. En 168 a.C. Acanto pertenece ya al imperio romano y conoce otro periodo de florecimiento. 

Monedas de plata se acuñaron por primera vez en grandes cantidades en Acanto en torno al 530 a.C.

En torno al 424 a.C. se observa un cambio en la acuñación de moneda, donde se utilizan modelos fenicios. Las últimas acuñaciones de moneda tienen lugar en Acanto a mediados del siglo IV a.C.

El yacimiento

La ciudad de Acanto se extiende por las cumbres y las laderas de las colinas llamadas Kastro, Ladiava, Agios Giorgios y Alonia, a unos 600 m al SE de la actual Ierisós, y su extensión se estima en unas 56 has.

Se conservan desperdigados diferentes restos monumentales de las murallas y de los edificios públicos de la época clásica y helenística. 

Subiendo directamente desde la entrada al yacimiento se encuentra el camino empedrado de época bizantina y sobre él los restos de una vivienda con patio interior rodeado de habitaciones. Presenta una orientación N/S. El patio estaba pavimentado con losas de mármol y poseía dos pozos. Paredes revestidas de mortero y almacenes que contenían grandes tinajas y que se utilizaron durante dos fases de construcción, demuestran la importancia del edificio y su posible carácter público.  Se construyó a finales del siglo IV o a principios del siglo III a.C. y se destruyó el siglo II a.C.

Continuando se sube hasta el núcleo del primer asentamiento prehistórico, que se ha localizado en Kastro, bajo los cimientos de la iglesia bizantina de Panagías. No se ha dilucidado cuando empezó exactamente la vida en ese asentamiento del que sin embargo poseemos un impresionante resto: una columna antropomórfica tipo menhir del Bronce Antiguo (2500 a.C.). Se han encontrado aquí también restos de la Primera Edad del Hierro.

Caminando hasta la segunda colina, la de Alonia, se pueden ver restos de la muralla a mano izquierda. Los restos de la muralla de la acrópolis llegan a alcanzar los 8 m de altura. A continuación, se llega hasta la tercera colina, la de Lidavia. En su cumbre se encuentra un sector de edificios públicos con centro un templo de época clásica y un interesante edificio clásico – helenístico.

Del templo solo quedan restos de la cimentación construida con bloques de granito. Sus dimensiones son de 33,5 x 16,60 m. El templo está constituido por pronaos, naos y opistódomos y se data en los primeros años de la época clásica.   

La extensa necrópolis ocupa la zona costera de Ierisós y se utilizó desde la época arcaica (s. VII, VI a.C.) hasta el siglo XVII y acoge unas 13.000 tumbas de todo tipo: fosas rectangulares simples o revestidas de arcilla, sarcófagos simples o decorados con pintura, cistas y tumbas en tinajas para el enterramiento de niños y bebés.

En el programa provincial Macedonia – Tracia (2007 – 2013) se incluyó la protección y la puesta en valor de un sector de la antigua necrópolis de Acanto. Contiene 163 tumbas que datan desde el periodo arcaico al helenístico y pertenecen a todos los tipos conocidos de la antigüedad.

FOTOGRAFÍAS